lunes, 24 de febrero de 2020

Con botes de Nescafé!

Buenos días, qué tal vais?
 
Aprovechando que tengo un huequito os vengo a enseñar un reciclado que hice recientemente. Ya sabéis mi tendencia a ir acumulando cosas o cogerlas incluso de sitios que no deba, jajajaja. Pues si añadimos a eso que mi marido y mis amigas me ayudan en esa tarea, os podéis imaginar cómo tengo la casa de cosas para tunear..
 
En esta ocasión fue mi amiga Sofi la que apareció en casa con dos botes de Nescafé, se las dio su madre para "esa amiga tuya que tunea todo" jajaja.
 
Ganas tenía yo de meterles mano y hacer botes de almacenaje para la cocina, así que me puse manos a la obra y ésto quedó.
 

No hice el paso a paso, pero que como veis no es nada complicado. Imprimación tanto al cristal como a las tapas, sólo se quedó sin imprimación la zona de la ventana que les quise hacer para que se vea el contenido sin necesidad de abrir la tapa.

 
Pinté los frascos con pintura a la tiza blanca y realicé el decoupage con esta servilleta que ya he utilizado en algunos de los trabajos de mi cocina como la tabla de lavar convertida en platero y el archivador de recetas, recordáis?


Además del decoupage, realicé un salpicado con el azul con el que había pintado la tapa, la cual adorné con un estarcido de unas florecitas parecidas a las que lleva la servilleta y un salpicado ahora en blanco, qué os parece?



Tengo que seguir localizando botes para tener todo el conjunto, ya le he dicho a mis familiares y amigos que usan café soluble que en vez de una cucharada se echen dos, jajajaja, así los terminan antes.
 
Espero que os haya gustado el trabajo de reciclado, que tengáis una buena semana y seáis muy muy felices. Gracias por vuestros cariñosos comentarios.
 
Millones de besos, Chus
 
 


 
 


viernes, 7 de febrero de 2020

Tapa de cuadro eléctrico




Buenas noches amig@s, qué tal?

Aquí estoy de nuevo en mi intención de publicar con cierta asiduidad. Hoy os vengo a enseñar el cambio que le di a la tapa del cuadro eléctrico de casa.

Era una tapa blanca lisa y sosa que me llamaba a gritos cada vez que entraba por la puerta.  No hice foto del antes, pero cogí una de la red para que os hagáis una idea.

Lo primero que hice fue darle una capa de imprimación para que se adhiriera  todo mejor porque era una superficie muy pulida.

Lo siguiente fue hacer el decoupage.  Necesitaba un fondo grande, pero no tenía papel de arroz o decoupage que me gustara, así que imprimí en A3 el dibujo elegido en papel folio normal. 

Para quitarle grosor al papel y que fuera más fácil su manejo usé un truco que me enseñó mi gran amiga Lola del blog El Refugio de Lirtea. El truco consistía en pegar por el revés del dibujo cinta de embalar y quitarla, de esa manera se quedaba pegado papel en la cinta y el grosor se reducía, genial verdad?


Aquí el papel pegado.

Como adorno tenía claro que quería pegar unas letras de madera ya pintadas de blanco. Con una lija les saqué en los cantos el color original de la letra para conseguir el efecto gastado.






Para darle un toque original a las letras usé parcialmente una plantilla en todas ellas, teñí un poco de pasta con pintura acrílica y realicé un stencil en relieve. 

Una vez terminadas las letras las pegué con pegatinas de doble cara quedando así.



Un cambio fácil, rápido y vistoso verdad? Os dejo la foto de cómo preside ya la nueva tapa en la entrada de mi casa.


Espero que os haya gustado, ya me lo decís en los comentarios, vale?

Millones de gracias y de besos, feliz fin de semana! 
Chus